jueves, 31 de julio de 2014

Qué plantar en Octubre

Como cada mes, los consejos sobre las hortalizas a sembrar gracias a la web de Horturbà
Ya estamos en pleno otoño en un mes que acostumbra a ser lluvioso y con temperaturas suaves.
Si queremos realizar siembras de otoños es recomendable eliminar las plantas de verano aunque no hayan acabado su ciclo ya que poco más van a producir.
Podemos sembrar guisante, haba, canónigos, rábano, rúcola, espinaca o zanahoria. Solo en climas sin riesgo de heladas vale la pena preparar plantel de lechuga, remolacha y escarola.
Podemos trasplantar lechuga, col, puerro, calçot, acelga o escarola.
Realizaremos las últimas cosechas de verano y también podremos cosechar canónigos, rábano, rúcola y lechuga.

Qué sembrar en Septiembre

El dia es más corto y las temperaturas ya no son tan altas.
Podemos eliminar algunas plantas de verano que esten al final de su ciclo, añadir compost y preparar el huerto para las siembras de otoño. Si esperamos que algunas plantas se marchiten no nos dará tiempo de realizar algunas siembras.
Podemos sembrar guisante, haba, canónigos, rábano, rúcola, acelga, zanahoria y espinacas. Podemos trasplantar lechuga de invierno, acelga, cebolla, escarola, col, coliflor y remolacha.
Durante este mes seguiremos cosechando la mayoría de hortalizas de verano como el pepino, tomate, pimiento, berengena, calabacín y melón. También se pueden cosechar algunas hortalizas de ciclo corto sembradas o trasplantadas en agosto como los canónigos o la lechuga.

Qué plantar en Julio


Julio es un mes de mucho calor y mucha luz. Los recipientes de cultivo se calientan mucho y las plantas pueden padecer estrés.

Deberemos regar prácticamente a diario y, en el caso de tener riego por goteo, dos o tres veces al día pero poco tiempo. Deberemos vigilar las plagas, enfermedades y malas hierbas. Si nuestra terraza es muy soleada puede ser útil poner un ombráculo para disminuir el estrés de la planta por exceso de temperatura.
Sembramos hortalizas de verano como el maíz, la judía, las calabazas o el melón.
Podemos preparar plantel de lechuga, col o coliflor. Empieza a ser un poco tarde para trasplantar hortalizas de verano, especialmente en lugares de clima frío, donde el verano es más corto. Podemos probar de trasplantar lechuga y col de verano.
Las cosechas son muy abundantes, especialmente las de hortalizas de verano como tomates, berengenas y pimientos. Si tenemos pepino o calabacín, debemos pasar a menudo a recolectar ya que los frutos maduran muy rápidamente.

Trampas cromáticas


Una de las primeras plagas que podemos encontrar en nuestros huertos, es la mosca blanca.
Son unas moscas diminutas de color blanco que normalmente se acumulan en el envés de las hojas. Al tocarlas, salen volando.
Hay varios métodos ecológicos para acabar con ellas, pero uno de muy interesante para reducir la plaga son las trampas cromáticas.
Hay dos colores que atraen especialmente a los insectos. El amarillo atrae a la mosca blanca y al pulgón y el azul a losthrips. Se trata de colocar en el huerto cualquier utensilio de estos colores y llenarlos de agua y unas gotas de jabón. Los cachivaches se llenan de bichos que mueren al ahogarse en el líquido. El jabón crea una película que hace que el agua se vuelva más enganchosa y a la vez impide qeu otros insectos como los mosquitos, puedan poner ahí sus huevos.
Otra variante del mismo sistema son unas bandas adhesivas de los mismos colores que actúan de igual modo. Estas bandas se pueden comprar en muchas cooperativas agrícolas e incluso puede fabricárselas uno mismo con un poco de inventiva.
De todos modos hay que tener en cuenta que si la plaga es importante, esto solo sirve para reducir la población, nunca para combatirla.

Prevenir la plaga oidio



El remedio ecológico más habitual para prevenir los hongos es la aplicación de azufre y cobre. Deberíais localizarlo con facilidad en las cooperativas agrícolas y tiendas especializadas. Nunca me cansaré de aconsejar el intentar localizar la cooperativa agrícola más cercana porque a menudo si apareces en un vivero de flores buscando lo que sea, lo que te dan en muchas ocasiones no es apto para agricultura ecológica y/o no es la mejor solución para el problema que se tiene.

Plagas - Guerra a la araña roja



La mayoría de los métodos ecológicos se basan en la aplicación constante de humedad en las plantitas mediante un vaporizador. Si os es posible hacerlo varias veces durante el día, adelante. Pero si os pasa como a mi, que no podéis estar pendientes debido a vuestro horario laboral y me queréis aceptar un consejo, pasaros al lado oscuro porque es una lucha perdida.
Hecha esta puntualización, vamos a hablar de los métodos de control contra la araña roja.
Tratamientos preventivos
  • Eliminación de malas hierbas y restos de cultivo donde se puedan esconder los ácaros y/o hayan estado atacados por la plaga.
  • Evitar el exceso de nitrógeno que favorece su reproducción (Ojo pues a los abonos que lo contienen en una proporción alta).
  • Aumentar la humedad ambiental (la araña prolifera con temperaturas altas y ambiente seco). Mojar las plantas con regularidad ayuda a eliminarla pero hay que estar atento a que no aparezcan hongos.
  • Aplicación quincenal de azufre (Nota: Cuando las temperaturas suben, el azufre puede quemar las plantas. A partir de ahora es conveniente aplicarlo soluble con una mochila de sulfatar)
Remedios ecológicos
  • Jabón potásico – Actúa por contacto. Reseca el cuerpo de las arañas y de sus huevos. Existen distintos preparados en el mercado que son el mismo producto con distinta concentración.
  • Aceite de neem – Dificilmente elimina la plaga pero dificulta mucho su reproducción. Hay quien lo aplica con el agua de riego porque es sistémico (la planta lo asimila y le queda “dentro” durante un tiempo realizando su función)
  • Purín de ortiga – En muchas webs leeréis que es un método eficaz contra la araña roja, pero a mi me ha resultado desastroso. Entre otras cosas, es un purín muy rico en nitrógeno y ello favorece la reproducción de la araña roja. No lo recomiendo en absoluto.
  • Pelitre – Es un extracto natural del crisantemo que parece funcionar bien pero hay que ser muy constante en su aplicación.
  • Rotenona – Otro insecticida natural. Hay mucha gente a quien no le gusta porque destruye parte de la fauna útil (o sea, otros insectos que nos pueden resultar beneficiosos porque comen insectos perjudiciales para el huerto).
Si buscáis más información por Internet, encontraréis muchos preparados caseros que dicen ser efectivos contra la araña roja. Yo después de probar los más habituales y que os he indicado aquí, decidí pasarme a los fitosanitarios no ecológicos, a ver qué pasa.

Purín de ortiga



Uno de los preparados que más se utiliza en agricultura ecológica es el purín de ortigas. Es muy fácil de preparar y las ortigas, fáciles de conseguir frescas (aprovechando un paseo por el campo) como secas (en herboristerías).
Propiedades
  • Contiene una proporción alta de hierro, vitamina A y C, Molibdeno y Vanadio (oligoelementos que favorecen la actividad de las bacterias fjadoras de nitrógeno). También otros componentes como plata, cromo, cobre, manganeso, plomo, sodio, níquel y titanio.
  • Favorece la fermentación y la transformación del compost
  • Mejora la función fotosintética aumentando la clorofila
  • Diluída en proporción 1/10 elimina pulgones y araña roja en hortícolas, frutales y plantas de jardinería
  • En proporción 1/20 evita el mildiu de la patata y la clorosis en frutales
  • Remojando las raíces de las plantas en una dilución 1/20, conseguiremos que enraícen más rápidamente
Preparación
Se puede utilizar planta fresca o seca en las siguientes dosis:
Fresca: 1 kilo de planta por 10 litros de agua
Seca: 200 gramos de planta por 10 litros de agua
Situar un bidón a la sombra y poner la planta dentro del agua (si puede ser de lluvia o de fuente, mejor), con una piedra para que quede totalmente sumergida.
La fermentación que ha de hacer debe ser aeróbica, por lo que el purín tiene que estar aireado los primeros cuatro o cinco días. A partir de aquí lo podremos tapar pero no completamente. Aparte, es conveniente mezclarlo una o dos veces al día para favorecer la oxigenación.
Al cabo de cuatro o cindo días, el olor hará notar que la fermentación ha empezado. A una temperatura ambiente de unos 25ºC, la fermentación total puede alargarse entre 10 y 14 días aproximadamente.
Notaremos que el proceso ha acabado porque la espuma que habremos ido observando desaparecerá aunque lo mezclemos y también su olor característica. Será el momento de filtrar y embotellar o reservar para su futura utilización.
Aplicación
  • Preparad la dilución en la proporción que necesitéis de las indicadas más arriba (Una proporción 1/10 significa 1 litro de purín y 9 de agua)
  • Hay que filtrar muy bien el preparado antes de ponerlo en el vaporizador porque se nos puede embozar.
  • Preparad máscaras anti-gas porque tanto mientras se prepara como mientras se aplica echa una peste increíble que se te mete en la nariz.
  • Mejor aplicarlo al atardecer.

Sembrar las sandías



Yo las siembro en la tierra directamente, de mediados a final de abril, todo depende de las temperaturas, requieren una mínima de unos 15º en adelante, quizá esto te puede servir de orientación para tu zona. 
Cuando decidas hacer la siembra…pones las semillas en remojo el día de antes y las mantienes en un lugar templado, y si tienes un montón de estiércol haces lo siguiente:
– En un trozo de trapo…pones las semillas y haces un atadillo, lo mojas y lo introduces en una bolsita de plástico para que guarde la humedad.
– Haces un pequeño hoyo en el estiércol por el lado que más sol reciba, lo dejas tres o cuatro días (hasta que veas que las semillas se abren o han comenzado a germinar), al llegar a este punto…las pasas a su lugar definitivo. A las sandías les cuesta un poco, pero a las calabaza, pepinos, melones…germinan muy rápido

Despuntar las tomateras


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Cuando la tomatera ya ha crecido mucho, hay quien corta el tallo principal (y cuando digo el tallo principal me refiero al brote central por la parte superior, justo por donde van apareciendo las hojas nuevas).
La finalidad de este procedimiento es doble: por un lado, hacer que engorden los tomates que aún no han madurado ya que al capar la planta, parte de la energía que iba a seguir creciendo pasa a concentrarse en el engorde del fruto.
Por otro, se espera que la planta rejuvenezca rebrotando e iniciando el ciclo de nuevo.
Me estoy planteando hacerlo este año porque tal y como os enseñaba en el video de ayer, tengo las tomateras muy altas pero solo con flores en el último tercio de la planta.
Supongo que durante los meses de mayo-junio en los que tuvimos tantas lluvias y por tanto les faltaba la luz solar, crecieron “espigadas” y por ello están mucho más altas que otros años.
Probaré a capar alguna, a ver qué tal.
Como los consejos de Peret y de M.B.I. me parecen siempre tan sabios como ellos, os los copio aquí por si queréis ponerlos en práctica:
Con el despunte de las tomateras lo que se consigue es que emitan más ramificaciones, a más ramificaciones…más ramilletes florales, más tomate.. pero con tamaño algo menor. (M.B.I.)
Con el fin de que la tomatera aguante dando fruto desde mediados de mayo hasta octubre, el sistema es el siguiente: se van sacando todos los tallos adicionales que salen , con la excepcion que el primero que sale a ras de tierra
Se corta por encima dee la primera hoja, con el fin de que vuelva a brotar, seguidamente se deja un solo tallo hasta el 4º ramillete de tomates, al 4º ramillete se corta la planta dejandola ciega, asi toda su energia va al fruto y al primer brote que dejamos a ras de tierra que cortamos por encima de la primera hoja, este vuelve a brotar y desde alli se forma una nueva planta.
Despues cuando se han recolectado los tomates del primer tallo, se corta y se queda el que esta brotando desde ras de tierra y asi consigues una planta joven, aunque sus raices sean viejas y tienes una segunda produccion como tardias

CULTIVO DE TOMATES

tomates-cherry

Tipo de contenedor apropiado para el cultivo de tomates

Para los tomates necesitáis unas macetas bien grandes, de un tamaño mínimo de un cubo de fregar. El libro del Huerto Urbano recomienda un mínimo de 20 litros. Cuanto mayor, mejor.
No recomiendo utilizar jardineras porque normalmente tienen poca profundidad, a no ser que la variedad a plantar sea de tipo cherry, y de los que se llaman “de porte determinado”, o sea, de los que se quedan pequeños (40 cms de altura como máximo).
Poned solo una planta por maceta. De hecho, poned las que queráis, pero si queréis una buena producción pensad que como más espacio tenga, mejor. Así que una sola es lo más recomendable.

Tipo de sustrato

Si debéis comprar el sustrato, no racaneéis y estiraros un poco. Comprad un sustrato universal de una buena marca y los tomates lo agradecerán. O plantadlos en la consabida mezcla de humus de lombriz al 40% y fibra de coco al 60%.
Podéis leer algunos consejos básicos sobre el tema en esta entrada que a pesar de ser genérica para todas las hortalizas, se puede aplicar perfectamente a los tomates.
Si ya tenéis sustrato y lo queréis aprovechar, mezclad estiércol de caballo o humus de lombriz para abonar la tierra.

Plantar las tomateras

A estas alturas de temporada ya empieza a ser un poco tarde para sembrar de semilla, así que lo mejor es comprar plantel en alguna cooperativa agrícola o en el mercado. En el momento de ponerlo en la maceta, enterrad el tallo casi hasta las primeras hojas. De este tallo saldrán más raíces que le darán fuerza y estabilidad a la planta.
En el momento de trasplantar el plantel a su ubicación definitiva, es conveniente poner también algún tipo de tutor. Lo más habitual son las cañas pero la inventiva popular acaba reciclando palos de escoba, varillas metálicas y todo lo que se os ocurra.
Es importante hacerlo en el momento del trasplante o lo antes posible porque hacerlo más adelante puede estropear las raíces.

El riego y el abonado

Hay que observar las plantas para aprender a regarlas cuando lo necesitan. Un plantel acabado de trasplantar no tendrá las mismas necesidades hídricas que una tomatera cargada de tomates. Os servirá echarle un vistazo a esta entrada sobre el riego.
Para abonar las tomateras podéis utilizar humus de lombriz y añadirlo cada quince días o cada mes, guano líquido o en polvo siguiendo las instrucciones del fabricante, o otro tipo de abono no ecológico, eso ya está en vuestras manos.
Hay que tener en cuanta que para favorecer la floración y el crecimiento de los tomates, lo mejor es utilizar un abono rico en fósforo y potasio. Muchos de los abonos que se encuentran comercialmente son de los llamados “balanceados”, o sea, que llevan la misma proporción de Nitrógeno – Fósforo – Potasio (N-P-K).
Hay que buscar uno en el que predomine el fósforo y el potasio.

Prevención de plagas

A pesar de que los tomates son la hortaliza reina del huerto, también es la que acostumbra a tener más problemas de plagas. Por lo menos, así es en mi caso.
Para prevenirlas, echadle un vistazo a este mensaje donde más o menos está todo explicado.
Y si surge alguna otra cosa: pulgón, mosca blanca, que si las hojas amarillean, que si las hojas se acanalan, que si les salen manchas…. pues bienvenidos a la parte menos divertida de la agricultura, ni que sea en macetas y jardineras. En este enlace tenéis toda la información sobre las plagas habituales, que no son pocas. Y si no, ya sabéis, daos un garbeo porInfojardín y preguntad, previa consulta en la base de datos del foro utilizando el buscador.

Elegir un sustrato para el huerto


Turba: Son materias de origen vegetal y sus propiedades físicas y químicas dependen de su origen. La turba rubia tiene más materia orgánica, buen nivel de retención de agua y aireación y la negra un nivel deficiente de aireación pero gran cantidad de sales solubles.


Fibra de coco: Retiene hasta 3 o 4 veces su peso. Su PH es ligeramente ácido pero tiene muy baja densidad y una porosidad excelente. Es un sustrato químicamente inerte. Suele venir presentada en forma de ladrillos de fibra prensaa que hay que poner en agua para que aumente su volumen.


Grava: La más habitual es de cuarzo y piedra pómez con no menos de un 10% de carbonato cálcico. Alta densidad, baja retención de agua y buena porosidad.

Arena: Tiene una densidad similar a la grava. Retención media, su porosidad va disminuyendo con el tiempo porque tiende a compactarse.

Vermiculita: Se obtiene tras exfoliar mica a temperaturas de 800ºC . Su densidad es baja y es un excelente aireador. Puede contener hasta un 8% de potasio y un 12% de magnesio asimilables. Su PH es casi neutro por lo que se puede utilizar como corrector del PH.

Estiércol (de oveja, conejo, caballo, gallina): Son los excrementos de estos animales. Deben aplicarse cuando ya han fermentado y nunca en fresco. Contienen nitrógeno, fósforo, potasio y micronutrientes como Cu, Zn, Fe, Mn.

Compost: Se obtiene a partir de la descomposición de residuos orgánicos (restos de plantas, animales, residuos alimentarios…). El compost mejora la estructura del suelo, incrementa la cantidad de materia orgánica y proporciona nutrientes.

Humus de lombriz: Es el resultado del compostaje de materia orgánica que realizan las lombrices. Mejora la estructura del suelo, la porosidad, el crecimiento de las raíces y favorece la asimilación de potasio y nitrógeno.


Hablemos de abonos - Estiercol de Caballo


Cualquier tipo de estiércol (caballo, oveja, gallina), debe pasar por un proceso de “curado” para poder ser utilizado en el huerto. Es decir, debe haber fermentado para poder ser aprovechado como abono. Y claro, este es un procedimiento viable si se tiene un huerto de tierra-tierra, pero difícil para los que cultivamos en la ciudad.
En principio, lo que hacen los compañeros hortelanos es dejarlo amontonado en un rincón del huerto, cubierto (o no) con un plástico para que fermente. Este proceso dura aproximadamente un año. Se sabe que está en condiciones porque ya no emite calor (al fermentar se calienta mucho) y porque toma un color negro. Además, como sabéis, el estiércol no hace olor (olor a mierda, quiero decir).
Hay quien dice que como el estiércol de caballo es del considerado como “flojo”, lo añade directamente al huerto. Por lo que he podido leer, esto puede favorecer que lleguen al huerto toda una serie de gusanos y microorganismos que se alimentan del estiércol en descomposición y que pueden no ser muy bienvenidos en el huerto, como por ejemplo el “gusano de alambre”.

miércoles, 30 de julio de 2014


Hablemos de abonos – Introducción



Un poco de información básica

Partimos de la base de que somos concientes de que, de vez en cuando, debemos añadir nutrientes a la tierra, ya sea en un huerto “normal” o en el nuestro de macetas y jardineras. El problema que tenemos los que cultivamos en macetas es que al regar y perder agua por debajo de las mismas, también estamos lavando el sustrato de nutrientes, por lo que debemos estar más pendientes de los abonos, ya que al fin y al cabo es lo que comen nuestras hortalizas.
Las plantas necesitan básicamente tres componentes básicos: Nitrógeno, Fósforo y Potasio. La mayoría de los abonos que encontraréis en el mercado especifican su composición con los símbolos químicos, o sea con N (Nitrógeno) P (Fósforo) y K (Potasio), seguidos de un porcentaje que varia según la marca comercial y la finalidad para la que está diseñado el abono.
  • El nitrógeno contribuye al desarrollo vegetativo de todas las partes aéreas de la planta. Es muy necesario en primavera al comienzo de la vegetación, pero es necesario distribuirlo sin exceso pues iría en detrimento del desarrollo de las flores, los frutos o los bulbos.
  • El fósforo refuerza la resistencia de las plantas y contribuye al desarrollo radicular. El fósforo se encuentra en el polvo de huesos.
  • El potasio contribuye a favorecer la floración y el desarrollo de los frutos. El potasio se encuentra en la ceniza de madera.

¿Qué abono elegir? ¿Químico o orgánico?

A mi esta diferenciación me hace un poco de gracia… A pesar de ser de letras, pienso que si estamos de elementos químicos que necesitan nuestras plantas, tanto da que el abono sea de origen orgánico como químico. Pero como intento llevar el huerto de manera ecológica, intento ir a parar siempre a los orgánicos y ser consecuente conmigo mismo… Quiero pensar que no tendrá el mismo sabor una lechuga abonada con humus de lombriz que con Nitrophoska (las bolitas azules).
   

martes, 29 de julio de 2014

¿Como empezar un huerto urbano?

Empezar el macetohuerto implica un desembolso económico más o menos importante. Cada uno sabrá hasta dónde alcanza, pero hay algo en lo que siempre recomiendo no escatimar, y es en la compra de un buen sustrato. A nuestras hortalizas les interesará más “lo que comen” que si están plantadas en una hermosa jardinera o en un bidón de pintura.
En las cooperativas puedes encontrar todo lo que necesitas y en algunos casos a mucho mejor precio de lo que lo encontrarías en un vivero, garden center o en la jardinería de la esquina. Y en el caso de los sustratos tienen algunos apropiados para hortalizas así como estiércol, abonos, fitosanitarios, semillas, plantely toda la parafernalia que necesitaremos a partir de ahora.
Las primeras lechugas de mi macetohuerto (2005)

Antes de comprar el material, decide qué hortalizas quieres cultivar

Este es un punto muy, muy importante. Porque de esta decisión va a depender la compra, por ejemplo, de los contenedores. Las tomateras por ejemplo, necesitan macetas mucho mayores que los rabanitos o las lechugas, de ahí que mejor decide primero qué hortalizas quieres sembrar
Elige un buen sustrato
Como dije más arriba, a nuestras hortalizas les interesa más estar en un buen sustrato que en una hermosa maceta. Por ello es importante la elección de uno de calidad.
Fíjate que todo el rato estoy hablando de sustrato, no de tierra. Y es que con sustrato me refiero a la mezcla en la que van a estar plantadas las hortalizas. Y de eso hay muchos tipos: el llamado sustrato universal que se compra en los viveros para las plantas de flor, la turba, la fibra de coco e incluso la perlita son sustratos utilizados en cultivos hidropónicos.
Un error habitual es pensar en “tierra” y utilizar la que se puede coger de un bosque o de un campo sin tener en cuenta que puede no tener los nutrientes necesarios para lo que vamos a cultivar en ella. Ahí pues, es donde entra ese refrán tan popular entre los agricultores, ese que dice: “Cava profundo, echa basura y olvida los libros de agricultura”.
O sea, que lo que hay que poner es mucho estiércol, muchos nutrientes para que la tierra sea buena. Porque en el abonado reside también parte del éxito del cultivo en macetas.
Una puntualización ahora que hablo de estiércol. Si al leer esta palabra piensas en caca, en olor desagradable y en algo asqueroso de manipular, te diré que te equivocas. Bueno, no todos los estiércoles y abonos huelen a perfume, pero no hacen mala olor ni te van a hacer venir moscas ni nada de eso. Y menciono el tema porque para mi fue una agradable sorpresa comprobar que el estiércol de caballo que es el que utilizo, no era para nada asqueroso sino algo con la consistencia algo distinta de otro sustrato.
Volviendo al tema del sustrato… hay que tener en cuenta un factor más, y es el peso total del contenedor sobretodo si vives en un piso y vas a tener las hortalizas en la azotea o en la terraza.La tierra de jardín, de campo, de bosque, es mucho más pesada que otros sustratos y como ya dije antes, puede no contener los nutrientes necesarios.
No todos estos materiales son fáciles de conseguir, pero tampoco es imposible. Concretamente la fibra de coco con el humus de lombriz es el más ligero de todos, pero personalmente no lo he probado porque utilizo la segunda opción.

Semillas o plantel, hay que tomar una decisión

Una de las cosas más apasionantes del huerto es ver germinar tus propias semillas. Pero eso es algo que cuando empiezas el macetohuerto no te planteas en la mayoría de las ocasiones. Primero, porque normalmente desconoces cómo hacer un semillero y por otro lado, da mucha rabia comprar un paquete de semillas enorme cuando sabes que solo tienes espacio para cinco o seis tomateras por ejemplo.

viernes, 11 de julio de 2014

El huerto urbano, equiparable al huerto en el jardín, en su concepto se trata de espacios cubiertos o no para el cultivo de floresaromáticashortalizas y frutales a escala doméstica, sin que por ello se menosprecie la calidad de los productos obtenidos en ellos.


















El huerto urbano se puede tener en zonas habilitadas para tal fin, ya sea en la periferia de la ciudad, en la propia casa dentro del jardín si se dispone de él, en la terraza, en el balcón o en el ático.
En el caso de tener nuestro huerto urbano en el campo, este suele ser de pequeñas dimensiones, donde el buen saber permiten sacarle su máximo partido.
Cuando se tienen en casas con terreno, se les denomina huerto urbano en el jardín, por ser en este el lugar en el que se emplazan. También suelen tener unas dimensiones pequeñas y estar más o menos ocultos… pero siempre integrados dentro de la zona ajardinada.










En el caso de estar integrado en un edificio, los lugares adecuados son el balcón, la terraza ozona exterior del ático. Lugares bien iluminados y perfectamente adecuados para evitar posibles molestias a los vecinos. Estos huertos urbanos se cultivan sobre recipientes con sustratos adecuados e incluso pueden llegar a realizarse sobre mesas de cultivo especialmente construidas para este fin. Destacar que también se puede emplear la técnica de cultivo hidropónico.
En todos los casos, el conocimiento adecuado de las especies producidas es fundamental ya que las épocas de cultivo según la especie, los marcos de plantación, la elección de las macetas, del sustrato, las labores culturales, la rotación de cultivo, etc. deben de ser ejecutadas lo mejor posible.
El huerto urbano ha pasado de ser de importancia estratégica en la alimentación durante momentos difíciles en el que estos alimentos escasean, a ser un hobby apasionante, educativo para los más pequeños… además de rentable si se realiza bien.
El que sea el huerto urbano ecológico o no, es una opción a tomar. Si se desea gestionar de forma tradicional, los productos a manejar como semillas, fertilizantes, sustratos, etc. pueden ser cualquiera de los que se ofrecen en el mercado. En cambio, si se desea que este sea ecológico, partiremos siembre de productos especialmente fabricados o cultivados para este fin, inclusive las semillas o las plántulas.