jueves, 31 de julio de 2014

Hablemos de abonos - Estiercol de Caballo


Cualquier tipo de estiércol (caballo, oveja, gallina), debe pasar por un proceso de “curado” para poder ser utilizado en el huerto. Es decir, debe haber fermentado para poder ser aprovechado como abono. Y claro, este es un procedimiento viable si se tiene un huerto de tierra-tierra, pero difícil para los que cultivamos en la ciudad.
En principio, lo que hacen los compañeros hortelanos es dejarlo amontonado en un rincón del huerto, cubierto (o no) con un plástico para que fermente. Este proceso dura aproximadamente un año. Se sabe que está en condiciones porque ya no emite calor (al fermentar se calienta mucho) y porque toma un color negro. Además, como sabéis, el estiércol no hace olor (olor a mierda, quiero decir).
Hay quien dice que como el estiércol de caballo es del considerado como “flojo”, lo añade directamente al huerto. Por lo que he podido leer, esto puede favorecer que lleguen al huerto toda una serie de gusanos y microorganismos que se alimentan del estiércol en descomposición y que pueden no ser muy bienvenidos en el huerto, como por ejemplo el “gusano de alambre”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario