jueves, 31 de julio de 2014

CULTIVO DE TOMATES

tomates-cherry

Tipo de contenedor apropiado para el cultivo de tomates

Para los tomates necesitáis unas macetas bien grandes, de un tamaño mínimo de un cubo de fregar. El libro del Huerto Urbano recomienda un mínimo de 20 litros. Cuanto mayor, mejor.
No recomiendo utilizar jardineras porque normalmente tienen poca profundidad, a no ser que la variedad a plantar sea de tipo cherry, y de los que se llaman “de porte determinado”, o sea, de los que se quedan pequeños (40 cms de altura como máximo).
Poned solo una planta por maceta. De hecho, poned las que queráis, pero si queréis una buena producción pensad que como más espacio tenga, mejor. Así que una sola es lo más recomendable.

Tipo de sustrato

Si debéis comprar el sustrato, no racaneéis y estiraros un poco. Comprad un sustrato universal de una buena marca y los tomates lo agradecerán. O plantadlos en la consabida mezcla de humus de lombriz al 40% y fibra de coco al 60%.
Podéis leer algunos consejos básicos sobre el tema en esta entrada que a pesar de ser genérica para todas las hortalizas, se puede aplicar perfectamente a los tomates.
Si ya tenéis sustrato y lo queréis aprovechar, mezclad estiércol de caballo o humus de lombriz para abonar la tierra.

Plantar las tomateras

A estas alturas de temporada ya empieza a ser un poco tarde para sembrar de semilla, así que lo mejor es comprar plantel en alguna cooperativa agrícola o en el mercado. En el momento de ponerlo en la maceta, enterrad el tallo casi hasta las primeras hojas. De este tallo saldrán más raíces que le darán fuerza y estabilidad a la planta.
En el momento de trasplantar el plantel a su ubicación definitiva, es conveniente poner también algún tipo de tutor. Lo más habitual son las cañas pero la inventiva popular acaba reciclando palos de escoba, varillas metálicas y todo lo que se os ocurra.
Es importante hacerlo en el momento del trasplante o lo antes posible porque hacerlo más adelante puede estropear las raíces.

El riego y el abonado

Hay que observar las plantas para aprender a regarlas cuando lo necesitan. Un plantel acabado de trasplantar no tendrá las mismas necesidades hídricas que una tomatera cargada de tomates. Os servirá echarle un vistazo a esta entrada sobre el riego.
Para abonar las tomateras podéis utilizar humus de lombriz y añadirlo cada quince días o cada mes, guano líquido o en polvo siguiendo las instrucciones del fabricante, o otro tipo de abono no ecológico, eso ya está en vuestras manos.
Hay que tener en cuanta que para favorecer la floración y el crecimiento de los tomates, lo mejor es utilizar un abono rico en fósforo y potasio. Muchos de los abonos que se encuentran comercialmente son de los llamados “balanceados”, o sea, que llevan la misma proporción de Nitrógeno – Fósforo – Potasio (N-P-K).
Hay que buscar uno en el que predomine el fósforo y el potasio.

Prevención de plagas

A pesar de que los tomates son la hortaliza reina del huerto, también es la que acostumbra a tener más problemas de plagas. Por lo menos, así es en mi caso.
Para prevenirlas, echadle un vistazo a este mensaje donde más o menos está todo explicado.
Y si surge alguna otra cosa: pulgón, mosca blanca, que si las hojas amarillean, que si las hojas se acanalan, que si les salen manchas…. pues bienvenidos a la parte menos divertida de la agricultura, ni que sea en macetas y jardineras. En este enlace tenéis toda la información sobre las plagas habituales, que no son pocas. Y si no, ya sabéis, daos un garbeo porInfojardín y preguntad, previa consulta en la base de datos del foro utilizando el buscador.

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